Ponemos en un bol grande los huevos, el azúcar y la ralladura de limón, con una batidora eléctrica batimos hasta que sea una mezcla espumosa, añadimos después la pizca de canela o la cuchradita de esencia de vainilla..al gusto!!!, el aceite y la nata, batimos lentamente hasta que se integre bien, tamizamos la harina junto a la levadura y la incorporamos poco a poco a la mezcla removiendo hasta que este incorporada, tapamos el bol y lo dejamos reposar en la nevera durante dos horas.
Pasado el tiempo de reposo ponemos los moldes de las magdalenas en la bandeja para hornear ( yo los he puesto en una bandeja que tengo para magdalenas) y los rellenamos con la masa sin llenar del todo solo tres cuartas partes. Espolvoreamos con el azúcar por encima y le ponemos las almendras laminadas.
Ahora vamos a hornearlas. Con el horno precalentado a 220 grados, cuando introducimos las magdalenas bajamos la temperatura del horno a 190 grados, horneamos de 18 minutos. (Cuando veamos que ya están doraditas comprobaremos pinchando con un palito que ya están cocidas), las dejamos enfriar unos minutos dentro de la bandeja y después las sacamos de la bandeja y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla y ya las podremos disfrutar.