Precaliente el horno a 400° F. Derrita dos cucharadas de mantequilla. Corte las otras dos cucharadas en trocitos y deje aparte.
Coloque una hoja de masa filo en la superficie de trabajo. Pase una brocha con la mantequilla derretida y con una cucharada de azúcar. Cubra con otra hoja de masa filo, pase la brocha con la mantequilla y una cucharada de azúcar.
Continúe hasta que ha usado todas las hojas de masa filo, cubriendo con la mantequilla y azúcar. Usando un cuchillo corte 21 rectángulos de masa filo círculos de 3 ½ por 2 pulgadas. Colóquelos sobre una bandeja para hornear.
Hornee la masa filo de 10 a 12 minutos, hasta que estén doradas. Transfiera a una rejilla y deje enfriar. Para preparar el glaseado, en una olla pequeña a fuego medio, combine la azúcar moscabada, jugo de limón y concentrado de tamarindo, cocine alrededor de 3 minutos, hasta que el azúcar se disuelva.
Con un cuchillo afilado corte dos mitades de cada mango, corte dos mitades en rebanadas como de ½ pulgada de grosor, las otras dos mitades cortelas en cuadritos y mezclelas con las hierbas frescas y reserve.
Coloque las rebanadas del mango en una bandeja para hornear y pinte con el glaseado. Coloque encima la mantequilla en trocitos. Hornee durante 20 minutos, hasta que el mango esté suave y como traslúcido. Para armar el plato, coloque un rectángulo de masa filo en un plato encima coloque algunos mangos horneados.
Coloque una segunda masa filo y luego los mangos picaditos, finalice con una tercera hoja de masa filo. Sirva de inmediato.