Lavar los calabacines y cortarlos lo mas finamente posible, yo lo he hecho con un pelador de patatas y han quedado muy bien.
Mezclar en un cuenco vinagre suficiente para cubrir los calabacines con un par de cucharadas de azúcar y remover hasta que el azúcar esté disuelta. Poner las laminitas de calabacin en una fuente y cubrir con la mezcla de vinagre y azúcar, dejarlos reposar unas 12 horas en el frigorífico.
Tras ese tiempo se escurren bien del vinagre y se meten en un bote de cristal cubiertos completamente con aceite de oliva.