Esta es una nueva versión de las sopas de ajo, lo único es que no le he añadido ni huevo ni jamón y lo he cambiado por almejas. Además, he utilizado agua en vez de caldo de carne, por lo que el sabor es menor. No obstante, al final de la receta os doy un truco para intensificar el sabor a almejas.
Lo primero que hacemos es poner las almejas en agua durante un par de horas y cambiarles varias veces el agua para retirarles toda la arena.
El siguiente paso es echar en una cacerola un poco de aceite de oliva y los ajos fileteados, cuando veamos que han cogido un color dorado, retiramos la olla del fuego y añadimos la cucharada de pimentón. Como os he explicado en otras recetas, esto es para que no se queme el pimentón.
Volvemos a colocar la cacerola al fuego y añadimos el pan cortado en trozos, le damos varias vueltas para que se impregne de los sabores de la cazuela y le añadimos el litro de agua. Lo dejamos cocer durante diez minutos y cuando veamos que empieza a hervir añadimos las almejas y bajamos un poco el fuego. Ahora esperamos a que se nos abran las almejas.
Ahora llega el truco que os prometí esta sopa es muy suave, así que si queréis aumentar su sabor a almeja podéis utilizar salsa verde que os haya sobrado de la receta de almejas en salsa verde que la ofrece un sabor muy peculiar. Yo como hice las dos recetas las misma semana, se lo añadí e intensificó el sabor de la sopa.
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Comentarios de los miembros:
Mucho más rica que la sopa tradicional de ajo
La hare