Los taralli son un producto típico de Apulia, de la región Campania, de Calabria y de Sicilia: son un producto típico de Italia, catalogados en el listado de los productos agroalimentarios tradicionales italianos. (P.A.T)
Está bien recordar que también se producen en otras regiones italianas como Basilicata o Lazio: cada región propone unos taralli diferentes.
Verter en un cuenco la harina, añadir el aceite, la pimienta, la sal y el vino blanco: mezclar bien todos los ingredientes hasta que sean bien amalgamados.
Seguir trabajando, durante unos 20 minutos, nuestra masa en una tabla de madera: la masa tendrá que estar homogénea y elástica. Poner la masa en un bol, cubrir con film transparente y dejar reposar una media hora en un lugar fresco.
Una vez transcurridos los 30 minutos dividir la masa en trocitos de unos 8 gramos, con las manos trabajar los trocitos hasta obtener unos palitos de 1 cm de diámetro, unir las extremidades como para formar una rosquillita.
Encender el horno a 200º.
Poner los taralli en un trapo limpio; echar a hervir en una olla bastante agua, una vez que el agua hierva poner en el agua una gota de aceite y cocinar una docena de taralli a la vez. Cuando los taralli empezarán a flotar retirarlos del agua con una espumadera y dejar reposar encima de un trapo limpio, para que se absorba el agua en exceso.
Después de unos minutos poner los taralli en una bandeja recubierta con papel vegetal y hornear durante unos 30 minutos o hasta cuando sean dorados.
Una vez listos dejar enfriar antes de servirlos o saborearlos.
Consejos:
Los taralli se conservan unos 7 días en una caja de lata. Óptimos en los aperitivos solos o acompañados con embutidos, una buena cerveza o un buen vinito.