No lleva ni panceta, ni carne. Así que las hice con un caldo de carne casero. Te añade un saborcito muy rico sin empapuzarnos. La quinoa es un pseudocereal al que tratamos y cocinamos muy parecido a nuestro conocido arroz.
Tenemos las judías entre 8 y 12 horas en remojo. Se escurren y las ponemos en una olla con agua fría, poquita, que no llegue a cubrirlas.
Llevamos a ebullición. Las asustamos con el fuego fuertecito unos 5 minutos.
Añadimos el caldo casero de carne caliente, para que no se rompa la ebullición. Añadimos los dientes de ajo enteros y la cebolla entera.
Salpimentamos y añadimos el laurel. No pensaba, pero en una de esas, al abrir la nevera, me abrazó un trocito de unos 2 centrímetros de chorizo picante.
Por otro lado, cocemos la quinoa como dice el fabricante. (Yo le puse mitad de agua, mitad de caldo de carne). Cuando las judías están blanditas y amorosas (yo al final las tuve como media hora más), emplatamos y acompañamos de la quinoa. La combinación de sabores es fabulosa.
Sois GENIALES. Una maravilla seguir las recetas. Mi profundo agradecimiento, con simpatía y cariño. Es impagable vuestra dedicación y delicadeza como se hace, elabora y consigue un maravilloso plato.
Comentarios de los miembros:
Me gusta: fácil y sano
Sois GENIALES. Una maravilla seguir las recetas. Mi profundo agradecimiento, con simpatía y cariño. Es impagable vuestra dedicación y delicadeza como se hace, elabora y consigue un maravilloso plato.
Curiosa combinación
Muy sabrosa