Metemos un poquito en el congelador los solomillos cortados en medallones de 1 cm aproximadamente para que se endurezcan. Con el descorazonador de manzana le hacemos un agujero en el medio al solomillo, que será lo que rellenemos.
El pedazo de carne que hemos cortado lo reservamos para que nos sirva para tapar el agujero una vez relleno. Aquí podemos ver como queda relleno el de cebolla caramelizada. Y el de queso
Tapamos por los dos lados para que no se salga el relleno cuando lo hagamos a la plancha.
Untamos una plancha con unas gotas de aceite y los hacemos por los dos lados. Una vez cocinado, prácticamente no se nota que se ha rellenado. Pero cuando lo cortamos, uhmm. Y el de queso medio fundido.