Limpiar los mejillones y abrirlos en una sartén o cacerola bien grande con un poco de agua o vino blanco.
Quitarlos de las valvas y colar el jugo. En una sartén puesta al fuego, con el aceite, rehogar los ajos, sin pelar y a los que se les habrá dado un golpe con un cuchillo, cuando estén ligeramtne dorados, retirar la sartén del fuego
Añadir el pimentón, cuidando de que no se queme, seguidametne mojar con el vinagre, el caldo de los mejillones colado y agregar el azúcar, las hojas de laurel y la pimienta.
Verter todo este compuesto sobre los mejillones, puestos ya en el recipiente donde los vamos a guardar.
Cubrir totalmente y dejar en la nevera bien tapados al menos durante tres días antes de comerlos.