Se puede conservar una vez hecho con su salsa y cubierto con una fina capa de aceite de oliva, durante 10 días en la nevera. Puede congelarse y se puede hacer con pavo, con lomo o solomillo de cerdo, con codornices o con conejo.
Pelar y cortar en juliana las cebollas; pelar y cortar las zanahorias en rodajas. Poner en una cacerola estas dos hortalizas de condimentación y saltearlas unos momentos, añadiendo también los dientes de ajo pelados, pero enteros.
Seguidamente añadir la hoja de laurel, la corteza de naranja, el vino blanco, el zumo colado de las naranjas y el fondo o caldo.
Dejar cocer hasta que las cebollas y zanahorias estén casi tiernas, entonces añadir las pechugas de pollo debidamente sazonadas con sal y pimienta y hermoseadas, es decir retirando las pielecillas y grasas e incluso las entrepechugas, que nos pueden valer picadas para unas ricas croquetas.
Dejar cocer a fuego suave 15-20 minutos a fuego lento y con la cacerola tapada. Retirar del fuego y dejar reposar 24 horas antes de consumirlo. Es mejor tomarlo templado.
Servirlo con unos pimientos del piquillo salteados con ajo y aceite de oliva. Si se desea las pechugas se pueden freír antes de añadirlas al escabechado de naranja, eso depende de los gustos.