6 alimentos que te ayudarán con el resfriado y la gripe

El ajo es especialmente recomendado por sus propiedades antibióticas y antioxidantes, y esto es debido a la alicina, un componente que se encuentra en el ajo cuando éste se corta o se manipula. Sin embargo para conservar el máximo de estas propiedades, el ajo debería consumirse crudo, perdiéndolas a medida que se prepara o cocina, y a los 60 grados celsius desaparecen por completo.

Así que es una buena idea machacarlo o triturarlo para mezclarlo con algo más y así camuflar su sabor fuerte, claro está en caso de que no te apetezca comerlo directamente crudo.

La cebolla es un alimento básico en la cocina de casi todo el mundo, y se sabe de sus propiedades medicinales desde muchos siglos atrás, siendo éstos populares en la edad media.

Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antisépticas gracias a sus componentes azufrados (que dan ese característico picor al contacto) y la quercitina que poseen, por lo que ayuda a combatir esa molesta mucosa que se produce en los resfriados y gripe.

Para obtener estos beneficios consúmela cruda, por ejemplo en ricas y saludables ensaladas a tu gusto.

Este tubérculo es sin lugar a dudas un superalimento. Muy conocido y consumido desde la antigüedad, en especial en los países orientales, destacó siempre por sus valor medicinal.

Muy rico en vitaminas y minerales, posee numerosas propiedades. La que más destaca entre ellas es su poder antiinflamatorio, lo que ayuda a combatir la garganta afectada por la gripe o resfriado. Evita la congestión y refuerza nuestras defensas, además el cineol que conteine ayuda a relajarnos y evitar el estrés, ayudándonos a dormir mejor en esas noches de tos y catarro.

Toma una infusión de jengibre al día para combatir los molestos síntomas del resfriado o la gripe y aumentar tu ritmo de recuperación. Incluso bébete una estés enfermo o no y benefíciate a diario de sus fantásticas propiedades.

Los cítricos (naranja, limón, pomelo, mandarina, etc.) son una gran fuente de vitamina C, la cual refuerza el sistema inmune y nos ayuda a prevenir estos achaques. Así que en otoño e invierno procura consumir este tipo de fruta a diario (cuya temporada natural es, como no, otoño e invierno, sabia naturaleza).

Es recomendable que comas la pieza de fruta en lugar de hacer zumos, ya que así pierde gran parte de su valor nutricional, y en la pulpa es donde se encuentra la mayor parte de sus vitaminas.

La fantástica miel ha sido utilizada desde la antigüedad no solo para su consumo, si no también por su capacidad cicatrizante, siendo usada así en ungüentos curativos.

La miel posee gran cantidad de vitaminas, oligoelementos y azúcares simples naturales.

Gracias a su sabor dulce y textura espesa, ayuda a aliviar la tos y el dolor de garganta, aliviando las membranas irritadas. Así que para calmar tu tos y ese horrible dolor, tómate una cucharada de miel sola o mezclada con zumo de limón y verás la diferencia.

Seguramente lo conoces más por su faceta condimentadora, pero es ideal para combatir el resfriado y la gripe, y es muy usada como hierba medicinal. Posee cualidades antiinflamatorias, antivíricas y antibacterianas, entre otras; ayuda a mejorar el sistema inmune y alivia la tos y el dolor de garganta.

Prueba a tomarte una infusión de tomillo y verás como esos molestos síntomas se minimizan.