Lo primero que haremos será poner un par de huevos a cocer. Para ello, ponemos los huevos en un cazo con agua y cuando empiece a hervir dejamos los huevos 10 minutos.
Vamos a picar unas 4 lonchas de jamón serrano en trocitos pequeños. Una vez que tenemos los huevos cocidos, los pelamos y empezamos a picarlos también en trocitos pequeños. Reservamos para más adelante.
Ahora nos ponemos con la bechamel. En una cazuela añadimos 2 cucharadas de mantequilla y dejamos que se derrita a fuego medio. Cuando ya tenemos la mantequilla derretida añadimos 2 cucharadas de harina y removemos bien durante uno o dos minutos para que la harina se cocine.
A continuación vamos añadiendo leche poco a poco y no dejamos de remover. Poco a poco la masa empezará a espesar, iremos añadiendo leche a medida que lo vamos necesitando. Vamos removiendo sin parar para que no se formen grumos.
Añadimos una pizca de sal. Y a continuación añadimos el jamón y el huevo picado y seguimos removiendo sin parar hasta conseguir una masa homogénea.
Añadimos la masa a un recipiente. Lo cubrimos con papel film para que no se forme costra por encima. Dejamos que se temple y después la metemos en la nevera unas 6 horas, pero si es de un día para otro pues mucho mejor. Una vez que la masa ya está fría la sacamos de la nevera, y le retiramos el papel film.
A continuación vamos a empanar las croquetas. Para ello, vamos a coger porciones de la masa y la vamos a pasar por harina, huevo y pan rallado. Vamos cogiendo porciones de la masa, y las añadimos a la harina, y le vamos dando forma de croqueta. Después las pasamos por huevo batido. Y por último las pasamos por pan rallado, que queden bien impregnadas con el pan rallado. Repetiremos la operación hasta terminar con toda la masa. Con estas cantidades han salido 17 croquetas, pero todo dependerá del tamaño que hagáis las croquetas. Si queréis podéis congelarlas y freírlas en otro momento.
Ahora añadimos una buena cantidad de aceite y la calentamos a fuego medio. Cuando el aceite ya se ha calentado añadimos las croquetas y dejamos que se vayan friendo. Y cuando están bien doraditas las sacamos de la sartén y las ponemos en un plato con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite.