Distribuir las patatas y las cebollas, cortadas en rodajas muy finas, en una cuajadera engrasada con unas gotas de aceite.
Añadir un majado preparado con el perejil, los dientes de ajo, unas hebras de azafrán y 4 cucharadas soperas de aceite de oliva (mejor si es virgen extra).
Incorporar a la cuajadera el gallopedro (limpio de vísceras y entero, sin cortes), sazonar, salpicar con el majado, agregar los tomates cortados en rodajas, el vino blanco y ½ l de agua. Tapar con una hoja de papel de aluminio.
Meter en el horno, precalentado a 180 grados, durante 45 minutos. Retirar del horno, quitar la cobertura de la cuajadera y servir.
Cuando vuelva a tener la cocina operativa, os dejaré la foto del plato ya elaborado para que podáis comprobar la buena pinta que tiene.