Tamizar la harina en un bol y hacer un hueco en el centro, juntar la mantequilla, la sal, el huevo y el agua. Amasar juntando de dentro a fuera la harina y dejar reposar la masa en el frigorífico durante 2-3 horas. Pré-calentar el horno a 200ºC.
Cortar de la masa, dos tercios aproximadamente, estirar sobre una mesa enharinada y formar un disco fino de 25 cm. de diámetro. Revestir un molde circular ligeramente engrasado y presionar muy bien el borde, cortar la masa que sobre. Pinchar con un tenedor y extender el relleno.
Extender la masa sobrante para la tapa. Pintar los bordes con la yema y colocar sobre el relleno. Presionar muy bien los bordes, hacer un agujero en el centro para ayudar a que salga el vapor. Pintar la superfície y meter en el horno 45-50 minutos.
Mezclar la ricotta bien escurrida y añadir los huevos uno a uno. Sazonar con sal, pimienta y mejorana. Juntar el provolone, el asiago y el salamí picados.