La historia de la cocina está llena de ironías. A menudo, los platos más sencillos y accesibles, creados en tiempos de escasez, acaban convirtiéndose en auténticos iconos de la gastronomía mundial. Las llamadas despectivamente "recetas de pobres" o "comida para pobres" son un ejemplo de ello. Elaboradas con ingredientes baratos, fáciles de encontrar o poco perecederos, han sabido subsistir de generación en generación hasta encontrar el camino del éxito; Hoy día, estas recetas humildes conquistan los paladares más exigentes y, en muchos casos se han convertido en auténticos clásicos culinarios.