Si compramos las sardinas enteras, quitarles las escamas, limpiarlas de tripas, quitarles la cabeza y las espinas y separar los dos lomos. Podéis comprar los filetes limpios y os ahorráis este paso. Lavarlas con agua fría y secarlas bien con papel de cocina.
Ponemos en un recipiente amplio los filetes de sardinas con la piel hacia abajo y echamos encima la cebolla y el perejil muy picadito. Cubrimos las sardinas con el vinagre. Deben quedar bien cubiertas.
Las dejamos macerar toda la noche en el frigorífico. Al día siguiente las sacamos del vinagre, quitamos la cebolla y el perejil, las ponemos en un recipiente y las cubrimos con aceite de oliva virgen extra.
Para el salmorejo, pelamos los tomates y los ponemos junto con el ajo y la sal en el vaso de la batidora. Trituramos durante 30 segundos.
A continuación añadimos el pan y el vinagre y trituramos unos 3 minutos más a máxima potencia. Ahora seguimos batiendo a velocidad media y vamos añadiendo el aceite a hilo.
Cuando terminemos comprobar que ha quedado fino, en caso contrario pasar por el chino.
Para montar las tostas, cortamos el pan en rodajas y lo tostamos. Sobre el pan tostado ponemos una base de salmorejo y sobre él una sardina marinada. Podemos terminar con un poco de escarola, rúcula, una aceituna e incluso con huevas de trucha.
Comentarios de los miembros:
Deliciosa y refrescante... para el verano que viene
Un entrante facil muy rico