En una sartén freímos las cascaras de la naranja y del limón en el aceite, durante unos minutos. Dejamos enfriar y tiramos las cascaras. En un mortero machacamos los granos de anis o matalauva.
En un bol grande echamos todos los ingredientes, y removemos. Agregamosel aceite y removemos con la cuchara de madera.
Mientras vamos amasando con las manos, vamos añadiendo harina. Seguimos amasando y añadiendo la harina a los pocos, hasta que tenga una consistencia, que no se nos pegue la masa a las manos, similar a la de las galletas. Cuando ya tenemos la masa como la que vemos en la foto, hacemos una bola y la sacamos del bol.
Empezamos a formar las rosquillas, cogemos trozos de masa y con la palmas de las manos formamos unos churritos de un grosor como 1.5 cm, un poco más de un dedo. Cerramos los dos bordes, apretando bien para que no se abran al freír. Haremos igual con toda la masa.
Dejaremos reposar las rosquillas formadas unos 10 minutos. Calentamos abundante aceite en un recipiente hondo, o en la freidora si la tenemos. Vamos echando las rosquillas en el aceite a los pocos, para que no baje la temperatura del aceite mucho. Las dejamos freir por un lado y le damos la vuelta y freir por el otro.
Cuando estén hechas las sacamos del aceite y las depositamos en papel de cocina para que se enfríen. Cuando estén aun calientes, las espolvoreamos con azúcar glasé, que queden bien impregnadas.
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