Preparación del puré de papas a la cúrcuma: Escachar las papas cocidas con un tenedor, añadir el aceite de oliva y seguir aplastando con el tenedor hasta lograr un puré de papas.
Espolvorear la sal, la nuez moscada, la pimienta negra molida, la cúrcula y el azafrán en la leche tibia; remover y verterla por encima del puré. Mezclar bien hasta obtener una textura lo más fina posible. Reservar.
Preparación del solomillo y la crema de curry-mango: Sofreír la cebolla en 1 cucharada de aceite hasta ablandarla. Añadir el mango troceado, reservando varias tiritas para adornar el plato. Reservar. Secar bien el solomillo y rebozarlo en la mezcla de sal (sin pasarse; si hiciera falta más, luego rectificaremos de sal), pimienta negra molida, cúrcuma, curry y jengibre (la canela la usaremos más tarde).
Echar 3 cucharadas de aceite de oliva en un caldero, calentarlo y freír el solomillo con el fuego alto hasta sellar bien la carne. Añadir la cebolla pochada, el mango, el ajo y la leche de coco. Remover y mezclar bien. Bajar el fuego a medio-bajo y dejar reducir la salsa. Bastarán unos 3-4 minutos para que el solomillo se haga por fuera y quede crudo por dentro; en ese momento, sacaremos el solomillo y lo cortaremos el gruesos medallones. Reservar los medallones.
Triturar la crema y corregir de sal si hiciera falta. Debe quedar bastante fina. Cuando vayamos a empezar a comer, rebozar los medallones en canela. Calentar una sartén con las 2 cucharadas de aceite restante y freír a fuego fuerte los medallones; unos 15 segundos por cada lado.
Montar el plato: poner un cucharón de la crema de curry-mango, encima los medallones de solomillo y, sobre ellos, el puré de papas a la cúrcuma bien caliente. Coronar con unas tiritas de mango pasadas por la sartén y servir inmediatamente.