Para la masa quebrada poner en un cuenco los ingredientes en el mismo orden en que se especifican y mezclar con las puntas de los dedos hasta incorporar bien todos los ingredientes, sin amasar mucho. Formar una bola con la masa, cubrirla de papel film y llevarla al frigorífico durante una hora mínimo. Importante: Esta masa aguanta en el frigorífico una semana y en el congelador tres meses, así que podemos organizarnos como mejor nos convenga.
Una vez pasado el tiempo mínimo de una hora precalentamos el horno a 160ºC y sacamos la masa del frigorífico y aplanamos con un rodillo. La ponemos sobre el molde, previamente enharinado, presionando bien por todo el alrededor del molde para marcar bien las ondas típicas de las quiche. Recortamos los bordes sobrantes. La cubrimos con papel vegetal y repartimos por toda la superficie pesos de hornear o legumbres. Tener un tarro con garbanzos que uso para este fin. Llevamos la base de la quiche al horno durante unos 30 minutos. Mientras podemos ir preparando el relleno.
EL RELLENO: Trocear la cebolla y el puerro y en una sartén con un poco de aceite ir pochando a temperatura suave. Cortar las manzanas o las peras a rebanaditas finas e incorporar a la sartén casi al final y terminar de pochar. Extender ahora sobre la masa quebrada ya semi-horneada, el sofrito de cebolla, puerro y manzana o pera. En la misma sartén poner los piñones, dar una vuelta y añadir las morcillas que habremos sacado de la tripa y sofreír. Cuando ya esté, con una cucharita ir poniendo la morcilla repartida sobre la cebolla pochada y el queso a trocitos.
Aparte en un bol batir los huevos con un poco de sal y pimienta y mezclar la nata y un chorrito de leche,ahora añadir este batido poco a poco sobre el relleno. Hornear a 180 º con turbo unos 20 minutos mas o menos hasta que esté cuajado y un poquito dorado pero sin pasarte, para saber si está cocido pincha con una aguja y si sale limpia ya está hecho.