Quitar las semillas de la calabaza y trocearla en dados. Pelar y picar pequeña la cebolla. Limpiar y cortar en rebanadas finas la zanahorias. Tostar en una sartén, sin aceite a fuego bajo, removiéndolas constantemente para que no se quemen, las semillas y reservar.
Sofreir a fuego medio la cebolla hasta que esté bien blandita. Añadir la calabaza y rehogar. Salpimentar y añadir las dos cucharaditas de curry. Echar el vaso de caldo de verdura, añadir el jenjibre fresco en rebanadas finitas, la cúrcuma, la canela y la pimienta negra molida. Cocer 10 minutos. Verter la lata de leche de coco y cocer otros 5 minutos. Triturar bien fino. Si queréis, podéis pasarla por el pasapurés para aseguraros de que queda fina y sin trozos. Añadir el zumo de lima. Probar y rectificar las especias a vuestro gusto.
Aunque parezca que uso las semillas tostadas como decoración, tienen también importantes propiedades nutricionales. Por eso le he dedicado una foto a ellas. Contienen magnesio, manganeso, cobre, zinc y proteínas. Las verdes están deliciosas. Si tienes niños, dáselas a probar así, tostaditas. Les va a enganchar y son una forma estupenda de que tomen minerales y proteínas vegetales de calidad.