Encendemos el horno a 180º. Ponemos la mantequilla en un cazo a calentar hasta que tome un color dorado, colamos y reservamos en un cuenco de cristal para que enfrie.
Por otro lado mezclamos el azúcar glace, la harina, el polvo de avellanas y el polvo de almendras en otro cuenco. Añadimos los granos de la vaina de vainilla a la mezcla.
Para sacar los granos abriremos la vaina por la mitad y con una puntilla los sacaremos. La vaina que nos ha quedado la podemos usar para "avainillar" azúcar, tan sólo tenemos que meterla en un tarro hermético con azúcar y dejar que el olor lo impregne.
Batimos las claras un poco, que no lleguen a ser punto de nieve pero queden esponjosas y blancas. A las claras le vamos incorporando la mezcla seca poco a poco y tamizando.
A medida que incorporemos iremos mezclando con cuidado con una lengua hasta que esté todo incorporado. Luego incorporaremos la mantequilla que ya habrá templado un poco y mezclaremos de nuevo, con cuidado para que las claras no se bajen mucho.
Engrasamos los moldes de magdalenas y echamos un poco de masa en cada uno y en el centro unas pepitas de chocolate negro, yo usé las de Valor. Metemos al horno 10 minutos. Sacamos, dejamos enfriar y listar.