El primer paso es hacer la sopa con las verduras y la carne, según la receta anterior.
Si lo hacemos el día anterior, podemos cenar una rica sopa, acordándonos de reservar medio litro de caldo para los pimientos rellenos.
En la picadora, trituramos las verduras y la carne que hemos usado para la sopa. Según nos guste más o menos picado, pero con que se desmenuce bien todo será suficiente.
A parte, preparamos una bechamel. Ponemos en un cazo una cucharada de aceite, y añadimos una cucharada de harina.
Mantenemos un par de minutos al fuego, removiendo con unas varillas, para que pierda el sabor la harina. A continuación, añadimos la leche poco a poco.
Ponemos un chorrito, y con las varillas damos vueltas hasta que se absorba toda. Añadimos un chorrito más, y movemos hasta que se integre así hasta añadir el vaso de leche.
Ya sólo queda dar vueltas hasta lograr la consistencia que queramos. Una pizca de sal y un poco de nuez moscada y mezclamos bien.