Disolver la levadura en el agua caliente con la pizca del azúcar.
Aparte mezclar la harina con los huevos, uno a uno, y la sal.
Juntar ambas mezclas y seguir moviendo la masa hasta unirlo todo más o menos.
Añadir la mantequilla derretida. Mezclar. Seguramente tendréis que añadir más harina porque queda muy líquido. Añadir un puñado hasta que consigáis una masa compacta y manejable.
Amasar sobre una superficie enharinada.
Dejar levar tapada por un trapo junto a la calefacción y sin corrientes durante dos horas aproximadamente o hasta que haya doblado su tamaño.
Precalentar el horno a 180ºC.
Poner la masa en un molde y untar con yema de huevo la superficie. Hornear hasta que la superficie esté dorada.