El sabor de estas albóndigas es alucinante debido principalmente, en mi opinión, al romero y la ralladura de limón.
Yo hice cambios a la receta original: he añadido más caldo de pollo y he pasado la salsa por el robot de cocina. La primera vez que la hice se quedaron secas, sin una salsita en la que mojar las albóndigas acompañadas de unos barquitos de pan.
Creo que incluso admitirían un poco más de caldo, como 750 ml. Pero esto ya depende de los gustos de cada cual.
Hacer albóndigas es algo laborioso, vamos, un coñazo. Pero luego están tan ricas que merece la pena el tiempo que inviertes en hacerlas. Además congelan perfectamente.
Albóndigas: Picar la carne de pollo o compra la carne ya picada. Reservar en un bol. Tostar las almendras en una sartén (sin aceite). Dar vueltas con frecuencia para que no se quemen. Triturar en el mortero, en tandas. Reservar. Remojar el pan duro en la leche y reservar:
Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén y antes de encender el fuego añadir las chalotas finamente picadas y el ajo triturado en el prensa ajos. Rehogar dando vueltas con frecuencias, añadiendo un chorritín de agua cuando veas que se pueden quemar. De este modo se ablandan y rehogan al mismo tiempo sin tener que añadir más aceite.
Añade al bol donde tenemos el pollo picado el huevo, el pan remojado en leche y escurrido, el parmesano, las chalotas y ajo rehogados, romero y perejil. Salpimienta y mezcla bien:
Forma albóndigas de 40 gr. aproximadamente. A mi me salieron como 23 albóndigas. Rebózalas en harina y séllalas en una sartén con 2 cucharadas de aceite. Como tendrás que hacer 2 tandas añade una cuarta cucharada de aceite:
Salsa de almendras: En un mortero haz un majado con 2 dientes de ajo, perejil y pimienta. Diluye con parte del caldo de pollo. Reserva.
En la misma sartén donde hayas sellado las albóndigas, añade 1 cucharada de aceite de oliva y rehoga la cebolla, zanahoria y el ajo restante. Cuando lo notes seco añade un chorrito de agua para que siga cocinándose:
Cuando ya esté la verdura rehogada añade el vino blanco para desglasar la sartén y recoger el fondo de todos sus jugos y caramelización de la verdura.
En cuanto se evapore el vino retira del fuego y vuélcalo en el robot de cocina junto con la ralladura de limón y el caldo de pollo. Tritúralo todo.
Vuélcalo en una olla junto con el majado de ajo y perejil y las almendras tostadas y trituradas. Cuécelo durante 5 minutos a fuego medio/bajo. Pasado este tiempo añade las albóndigas y deja cocer 10-12 minutos.
Espolvorea con perejil fresco picado y sirve. Este tipo de recetas están incluso más ricas al día siguiente con todos los sabores bien asentados.