Caramelizamos la cebolla. La cortamos en tiras y la ponemos a confitar en una sartén con un chorro de aceite y una cucharada de mantequilla. Tiene que estar a fuego medio-suave. Añadimos una cucharada de azúcar y un chorro de vino moscatel y dejamos confitar todo junto. Este proceso no debería durar menos de 15-20 minutos. El vino moscatel, al ser dulce, le va a proporcionar un aroma esplendido.
Pelamos el aguacate, le quitamos la pepita y cortamos en rodajas, de forma que quede una especie de "O". Cortamos unas tiras de jamón iberico, las damos forma e introducimos al horno en posición gratinador.
Con la batidora, juntamos 4 cucharaditas de mayonesa con el medio diente de ajo, que podemos haber machacado previamente en el mortero, y mezclamos bien.
Finalmente montamos la tapa.Untamos la tosta con el falso ali-oli, sobre ella colocamos las láminas de bonito, preferiblemente casero o por lo menos que sea taco entero en frasco de cristal. Separamos unas láminas y son las que colocaremos sobre la salsa.
Encima del bonito colocamos la rodaja de aguacate, con el agujero central. Ese agujero le rellenamos con la cebolla caramelizada. Rematamos con el crujiente de jamón ibérico.
Simple y buenísima! Nos alegra saber que te ha gustado esta combinación