Precalentamos el horno a 180 grados. Machacamos en un mortero, el ajo y las hierbas, a excepción de las hojas de laurel. Agregamos un poco de aceite de oliva para obtener una pasta suave.
Embadurnamos el pollo por dentro y por fuera con la mezcla de hierbas y metemos en una bolsa de plástico de las de congelar alimentos para que se impregne el pollo de todos los aromas de las hierbas. Maceramos 24 horas en el frío.
En un bol pequeño mezclamos el jugo de un limón con una cantidad igual de aceite de oliva. Sazonamos el pollo con sal y pimienta y lo ponemos en una bandeja de horno. Introducimos en el horno y pasados 10 minutos bañamos el pollo con la mezcla de aceite y limón y le damos la vuelta.
Ponemos en la bandeja las hojas de laurel y dejamos que se doren. Esto generará una fragancia que dará un toque más de sabor a la carne.
Barnizamos con la mezcla de limón y aceite frecuentemente. Rociamos el pollo con vino blanco y dejamos que se termine de asar. Esta receta tiene su origen en la cocina de la Toscana (Italia)
Comentarios de los miembros:
Sabroso